Quiebro de la ceniza
Puesia
Recordar su lejana transparencia
hasta el canto prohibido de su nombre.
Brotar en la memoria todo el dolor perdido
todo oculto deseo de retener su noche.
La noche prematura
cuando el torso se abre y se rocía
por las sábanas huecas de su sombra.
Toda desolación entre las uñas
en busca de su boca. Toda la imagen
sintiéndose de azogue y sin saberlo
acariciar el molde de su ausencia.
(Queda sólo un humilde martilleo
hiriéndote la tarde y su silencio.)